viernes, 10 de junio de 2011

Cuentas

    Amo la manera en que desgranas tus palabras: una a una se van deslizando entre tus labios, sutiles a veces, otras con la fuerza desgarradora de tus manos en mi espalda. Tus palabras me deshacen y me acarician, me crean, me cambian, me elevan y me desconciertan. Yo las bebo directamente de tus labios, acaballada en tu cintura, tus dedos rozando la mía. Me vas arrullando con tus palabras y yo voy adentrándome en tu laberinto.

    Me hablas y yo siento que soy otra, la que creaste e imaginas a tu lado, la que cruzaría océanos para verte. En tu boca soy bella y simple, sin reclamos ni lamentos, con todo el tiempo para vos. Y yo me complazco en esa mentira, escondo el ovillo que me marca el camino lejos de vos y te sigo prometiendo que esta vez va a ser para siempre.

1 comentario:

  1. Mis palabras aun no se corporizan lo suficiente como para tentar la carne que te cubre, aun carecen de la entidad que las atomice para adueñarse de los poros y los colores de tus sueños repletos de gemidos y ausencias… mis palabras no saben si las reconocerás montadas en un íncubo repleto de deseos dispuestos a entregarse al onírico placer de tu desnudez absoluta… y escucharte

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