¿Quieres conocer al demonio? Sólo mírame a los ojos.Allí es donde mora. En el fondo de las pupilas. Pero no te acerques ni extiendas temblorosa tu mano hacia él. No te atrevas a acercarte. Sólo lograrás su huida, con un replegar de alas viscosas, oliendo a humo y vino tinto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario